Me dormí en el bondi y al despertarme saludé a la tipa que se sentaba al lado mío confundiéndola con una compañera del liceo.
Este fue el diálogo, que comencé con la sonrisa de estúpido más intensa del mundo:
-¡Hola! ¿Inés?
-No, Ana...
-Ah... te parecés a Inés xxx
-¿Inés xxx, la que trabaja en ***?
-No, Inés xxx, que estudió en ***
-Ah, no, no la conozco, entonces... jaja
Mi cuello giró a la ventana y nunca más se corrió de ese lugar hasta que bajé en la parada.
Lo peor es que sé que me voy a volver a dormir en el ómnibus.
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